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Laura did CHANGE A CHILD’S STORY, how about you?

Laura Biancone was a small business owner when she volunteered as a Court Appointed Child Advocate. Also known as CASA, court-appointed advocates speak up for abused children in foster care. Laura’s first assigned child was a non-verbal preschooler with autism residing in a foster home that was inadequate for his needs. The home was ill-equipped to deal with his autism and behavior issues created by his early neglect. Laura fiercely advocated for the child’s placement in a home attuned to his developmental needs. The second foster home better suited his developmental and emotional needs. Eventually, the foster parents, Jose and Michael Ortiz, adopted him, and he is thriving under their nurturing attention. “His story will stick with me forever,” Laura says, “It’s the most rewarding volunteering you can ever do.” Being a CASA has taught Laura to look at things differently, to listen more, and sometimes to talk less. She feels she has grown as an individual, exposed to various cultures and family dynamics. The experience of being a CASA volunteer changed Laura’s life. She closed her business and now works with CASA Berks as an Advocate Coordinator. She’s re-enrolled in school with a goal of a degree in Social Work. Laura wants everyone to know, “Being a CASA volunteer is extremely rewarding. Every child needs one person who is willing to advocate for them.” Interested in learning more about volunteering as a child advocate? Email Christa at: christa@casaberks.org


CAMBIE LA HISTORIA DE UN(A) NIÑO(A)

Laura Biancone era una propietaria de un negocio pequeño cuando se ofreció como Defensora de Niños Asignada por el Tribunal. También conocido como CASA (por sus siglas en inglés), los defensores designados por el tribunal alzan la voz por los niños abusados en hogares de acogida. El primer niño asignado de Laura fue un niño preescolar no verbal con autismo que residen en un hogar de acogida que era inadecuado para sus necesidades. El hogar estaba mal preparado para lidiar con su autismo y problemas de comportamiento creados por su previa negligencia. Laura avocó ferozmente por la asignación del niño a un hogar en sintonía con sus necesidades de desarrollo. El segundo hogar de acogida se ajustaba a sus necesidades emocionales y de desarrollo. Finalmente, los padres de acogida, José y Michael Ortiz, lo adoptaron y él prospera bajo su cuidado enriquecedor. «Su historia se quedará conmigo para siempre», expresa Laura. «Es el voluntariado más satisfactorio que jamás puedas hacer». Ser una CASA le ha enseñado a Laura a mirar las cosas de una manera distinta, a escuchar más y algunas veces a hablar menos. Ella siente que ha crecido como persona, se ha expuesto a varias culturas y dinámicas familiares. La experiencia de ser una voluntaria CASA cambio la vida de Laura. Ella cerró su negocio y ahora trabaja con CASA Berks como Coordinadora de Defensa. Ella se ha vuelto a inscribir en el colegio con la meta de un título en Trabajo Social. Laura quiere que todo el mundo sepa que «Ser una voluntaria CASA es extremadamente satisfactorio. Cada niño(a) necesita de una persona que esté dispuesto(a) a defenderles» ¿Tiene interés en aprender más sobre el voluntariado en la defensa de niños? Envía un correo electrónico a Christa a: christa@ casaberks.org

Girl smiling at woman outside.

Become a CASA Volunteer

In an overburdened social welfare system, abused and neglected children often slip through the cracks. That’s where CASA volunteers like you can help make a difference.

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